Cuadro de Antonia García Villacañas Uno se pierde con tanta efeméride. Tengo que reconocer que no tenía ni idea de que hoy se celebra el Día de las Bibliotecas. Me he enterado esta mañana por la radio. Me alegra que exista este día al que habrá que tener en cuenta para los próximos cursos. Pero me alegra más que haya venido hoy a nuestra biblioteca una alumna de 2º de ESO a llevarse un libro por el mero placer de leerlo y no porque sea de lectura obligatoria en clase. Quiero aprovechar esta celebración para recordar que son los lectores como ella los que dotan de vida y dan sentido a las bibliotecas; sin ellos, una biblioteca no es más que un almacen lleno de libros. Por cierto, el libro era Antología poética de Luis Rosales. Cuando lo devuelva, lo leeré yo. La alumna se llama L...
Esa misma pregunta se estarán haciendo los miembros de la Academia Sueca que han concedido este año el Premio Nobel de Literatura al cantante. No hay forma de hallarle ni de comunicarse con él para darle la buena nueva. No nos extrañaría, conociendo un poco al personaje, que Dylan ni aparezca. Si alguien sabe de él que, por favor, oriente a los exnortados suecos. Aquí os dejamos una muestra de la genialidad -una más entre otras- de quien ha sido considerado como el juglar de nuestro tiempo presente.
"Oh, sister" de Bob Dylan
Oh sister when I come to lie in your arms You should not treat me like a stranger Our Father would not like the way that you act And you must realize the danger.
Oh sister am I not a brother to you And one deserving of affection ? And is our purpose not the same on this earth To love and follow His direction ?
We grew up together From the cradle to the grave We died and were reborn And then mysteriously saved.
Oh sister when I come to knock on your door Don't turn away you'll create sorrow Time is an ocean but it ends at the shore You may not see me tomorrow.
Alejandro Rivera "Peces de ciudad" de Joaquín Sabina
(Para Miguel Ángel Lorite)
Hola a todos; la biblioteca de nuestro centro quiere daros la bienvenida a un nuevo curso escolar con este pedazo de canción de nuestro paisano de Úbeda, Joaquín Sabina, interpretada por Alejandro Rivera, ganador del III Encuentro de Cantautores "Sabina por aquí" celebrado hace unos días en Úbeda. ¡Qué maravilla'! Puro sentimiento a flor de piel.
Queremos que durante este curso participéis en la elaboración de este blog. Si os gusta escribir poemas, si habéis escrito algún cuento, si nos queréis hablar de algún libro que os haya gustado o de alguna frase que os haya llamado la atención o lo que sea y deseáis que el blog de la biblioteca lo publique, pues nos lo decís y cosa hecha.
El correo de la biblioteca es:
bibliotecacollado@gmail.es
Nos podéis enviar a esa dirección aquello que queréis publicar y nos pondremos en contacto. También se lo podéis entregar a vuestros profesores o a vuestras profesoras de Lengua y Literatura.
También podéis mandarnos a ese correo cualquier sugerencia que pueda servir para la mejora de nuestra biblioteca.
Y ya sabéis: "Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver". Genial.
Se peinaba a lo garçon la viajera que quiso enseñarme a besar en la gare d'Austerlitz. Primavera de un amor amarillo y frugal como el sol del veranillo de san Martín. Hay quien dice que fui yo el primero en olvidar cuando en un si bemol de jacques brel conocí a mademoiselle Amsterdam. En la fatua Nueva York da más sombra que los limoneros la estatua de la libertad, pero en desolation row las sirenas de los petroleros no dejan reír ni volar Y, en el coro de Babel, desafina un español. no hay más ley que la ley del tesoro en las minas del rey Salomón. Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un no te quiero querer. Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio, mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad Que mordieron el anzuelo, que bucean a ras del suelo, que no merecen nadar. El Dorado era un champú, la virtud unos brazos en cruz, el pecado una página web. En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Cuando en vuelo regular pisé el cielo de Madrid me esperaba una recién casada que no se acordaba de mí. Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis venas va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un liguero de mujer. Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio, mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad que perdieron las agallas en un banco de morralla, en una playa sin mar.