En estos días tan duros en los que la sensación de irrealidad
se ha apoderado de nosotros dejándonos temporalmente
casi noqueados tenemos que intentar mantener la calma, armarnos de paciencia y
permanecer en casa sobrellevando esto lo mejor que podamos.
Ya sabemos que algunos de vosotros estáis un poco agobiados por la
realización de las actividades que os enviamos; pareciera que los profesores
nos hemos vuelto un poco locos mandando tareas sin ton ni son. En parte, es
cierto. Pero también es verdad que ante este desconcierto es preciso mantenerse
ocupado para que el tedio no nos haga más insoportable aún esta clausura
obligada. Sería deseable, por tanto, organizar bien nuestro tiempo. Parte del
día para actividades de clase y otra parte para el disfrute.
Como no podemos ni debemos salir de casa y como hay tiempo para todo,
aparte de pasar un buen rato con el móvil en las manos, creo que también
podríamos aprovechar para iniciarnos en la lectura o para leer o releer aquello
que realmente nos gusta. Un libro puede ser también una buena forma de refugio.
Durante estos días estoy disfrutando de un magnífico libro de cuentos titulado Obabakoak de Bernardo Atxaga. Ya lo había leído antes,
pero como soy tan desmemoriado lo había olvidado prácticamente todo, menos a
Hilario “el ciclista”, un personaje que aparece en uno de los cuentos y que le
sirve al autor como excusa para hablar de la pérdida de la infancia.
Os animo a que comentéis qué libro estáis leyendo estos días.
Salud y mucho ánimo.
Antonio José